Ahora resulta que el terrorismo y los bombazos llegaron a México, personificados en el infame chapubomber, que explotó en avenida chapultepec intentando demoler las oficinas de la ssp, parece que le falló la sincronia con el amigo que tenía el detonador. A quien quieren engañar? Toda la escena fue grotesca y completamente actuada, lo mas divertido fue la chambonez del personaje que no atinó a salvarse de su propio bombazo. La verdad si estos son los terroristas en México, estamos bastante a salvo.
Esta situación puede analizarse de tres maneras. La primera, asumiendo que “el terrorismo ha llegado a Mexico”. Si es el caso, como menciono, es poco de preocuparse, ya que si todo lo que pueden hacer los supuestos terroristas es inmolarse con un mínimo de daños materiales y humanos, no es de preocuparse; y si de hecho son tan torpes como para caer en esto, es cuestión de tiempo antes de que simplemente los atrapen y se termine el asunto.
Si, por otro lado, es simplemente una puesta en escena; sea de quien sea, gobierno local o federal, cosa que es lo MÁS probable, resulta simplemente patético el caer en estos extremos tan ridículos para pretextar la acción que sea: militarización, criticar al GDF por su mala política de seguridad, pretender que México está en el primer mundo por el triste hecho de ya tener bombarderos suicidas. Curiosamente esta es la hipótesis más plausible, ya que ¿que otro fin podría tener este espectáculo? analicemoslo: el bombardero no acertó a su supuesto objetivo, y lo que es peor, ni siquiera tuvo víctimas de consideración (salvo él). Esto deja ver que el objetivo real era simular el ataque y sembrar el pánico y la incertidumbre. Cualquier terrorista por idiota que sea sería capaz de explotar en un vagón del metro atiborrado de gente y causar daños reales mucho más graves. Pero en este caso, el daño buscado, que es causar el miedo, ya está logrado.
Es triste ver que esta cruzada la emprenden las autoridades contra la gente, en vez de hacerlo contra quien debe hacerse. La tercera hipótesis diría que, dado que el objetivo supuestamente era la SSP, seguramente el perpetrador era algún grupo de delincuencia organizada; ni tardos ni perezosos los investigadores apuntan a las bandas de “Tepito” porque una de las víctimas del bombazo vive por ese rumbo, lo cual equivaldría a decir que yo soy terrorista porque vivo en Iraq o algo por el estilo. SI fuera el caso, preocupa que dichas organizaciones se sientan tan envalentonadas como para traer la guerra directamente a las calles; en ese caso lo que es obvio es que las autoridades están perdiendo la guerra contra el crimen; seguramente las organizaciones de malosos están envalentonadas al ver cómo unos miserables cárteles de narcotráfico le paran los embates al ejército.
Si fuera este el caso la situación tal vez es de cuidado porque seguramente los malosos irán afinando la puntería por así decirlo. Sin embargo en este caso la responsabilidad sigue siendo de las autoridades a quienes, véase por donde se vea, les ha quedado grande el trabajo de garantizar la seguridad en el país.