La base para la ``hazaña'' de crear una estructura donde 17 nodos sin disco duro pueden cargar un sistema operativo completo tipo Unix y ejecutar aplicaciones sin requerir más que un disco flexible para su arranque es, en gran parte, mérito del sistema operativo Linux y las utilerías, programas y aplicaciones que lo componen, en particular aquellas que se emplearon directamente en la construcción y operación del cluster y que se describen en el capítulo 2. El hecho de que dicha operación haya sido posible, así como la excelente estabilidad y gran desempeño, dados los recursos existentes, es un testamento al logro de la comunidad de software libre que ha desarrollado el sistema Linux y las utilerías GNU.
La parte más compleja de la implementación de software fue el lograr sistemas relativamente independientes, pero que realizan arranque de un servidor de red. Normalmente, el arranque de red se realiza para terminales que comparten configuración y archivos. En este caso, el requerimiento adicional de tener cierta independencia operativa complicó las cosas, pues dicho procedimiento no estaba documentado en su totalidad, a diferencia de muchas otras tareas que se pueden realizar en un sistema Linux, y que están documentadas en el excelente Linux Documentation Project5.1. Finalmente la implementación a que se llegó fue operativa y estable, al grado de permitir la exitosa terminación del proyecto.
Una vez realizada esta tarea, la instalación de los componentes necesarios para utilizar el cluster para cómputo paralelo no supuso complicaciones, dando evidencia de que dicho software está ampliamente probado por una de las comunidades más exigentes en el ámbito de la computación, como es la comunidad del cómputo de alto rendimiento.